
Introducción: por qué tener gambas neocaridinas es más fácil (y divertido) de lo que crees
Las gambas neocaridinas se han ganado un lugar de honor entre los amantes de los acuarios por ser pequeñas, coloridas, activas y, sobre todo, sorprendentemente fáciles de cuidar. Mucha gente empieza con peces, pero termina enamorada de estas pequeñas invertebradas cuando descubre lo versátiles, resistentes y entretenidas que pueden ser.
Y aunque a simple vista parezcan frágiles, lo cierto es que con un acuario bien montado son mascotas muy fáciles de tener, incluso más que muchos peces. La clave está en entender sus necesidades reales, evitar errores comunes y montar un entorno equilibrado que potencie su comportamiento natural, su salud y su reproducción.
Este artículo es una guía completa para montar, mantener y disfrutar de un acuario para gambas neocaridinas. Pero no es una guía genérica. Aquí encontrarás consejos reales, fruto de la práctica, con detalles que no aparecen en las fichas técnicas y que marcan la diferencia entre un gambario mediocre y uno lleno de vida y color.
¿Qué acuario necesitan las gambas neocaridinas? Tamaño, forma y sustrato ideal
Uno de los mayores mitos sobre las neocaridinas es que pueden vivir felices en un acuario diminuto, sin filtro y con una planta de plástico. La realidad es otra: aunque son pequeñas y resistentes, necesitan estabilidad, espacio suficiente y un entorno bien pensado.
Tamaño recomendado
- Mínimo realista: 20 litros
- Ideal: 30 a 60 litros
- Avanzado / comunitario: 80 litros o más
Un volumen de agua mayor ofrece más estabilidad química y térmica. Cuanto más pequeño el gambario, más susceptibles serán las gambas a los cambios bruscos, y eso puede afectar su salud o incluso matarlas.
Forma del acuario
Mejor si es rectangular y amplio en superficie. Esto mejora la oxigenación y facilita que puedas crear zonas diferenciadas: áreas con plantas, escondites, espacios abiertos para forrajeo, etc.
Sustrato
El sustrato ideal dependerá de tu objetivo:
- Para neocaridinas comunes (tipo cherry, rili, blue dream): grava neutra o sustrato inerte.
- Para cría intensiva: puedes optar por sustrato nutritivo si vas a plantar mucho.
Evita arenas compactas que acumulen desechos, y ten en cuenta que un sustrato oscuro resalta mejor los colores de las gambas.
Parámetros del agua: pH, temperatura, dureza y cómo mantenerlos estables
Uno de los grandes secretos para que las neocaridinas vivan y se reproduzcan sin problemas es la estabilidad en los parámetros del agua. No necesitan valores extremos ni productos milagrosos, pero sí coherencia.
Valores ideales para neocaridinas:
- Temperatura: 22 – 25 °C (aunque pueden tolerar de 18 a 28 °C)
- pH: entre 6.8 y 7.4
- GH (dureza general): 6 – 8 dGH
- KH (dureza de carbonatos): 3 – 5 dKH
- TDS: 180 – 250 ppm
Lo más importante no es tener un pH “perfecto”, sino que no haya variaciones bruscas. Para ello:
- Usa agua de osmosis remineralizada si el agua de grifo es muy dura o inestable.
- Mide regularmente con test de tiras o gotas.
- Asegúrate de que el filtro está maduro y el ciclado se ha hecho correctamente.
Las neocaridinas son muy sensibles al amoníaco y los nitritos, incluso en niveles bajos. Nunca introduzcas gambas en acuarios recién montados.
Alimentación: qué comen las neocaridinas y cómo variar su dieta
Aquí viene uno de los secretos mejor guardados del éxito en gambarios: la dieta variada es clave para una colonia sana, activa y reproductiva.
Las gambas son omnívoras y carroñeras por naturaleza. Pasan el día forrajeando, comiendo algas, biofilm, restos de comida y materia orgánica. Pero no basta con dejarlas “a su aire”, sobre todo si quieres que estén fuertes y críen bien.
“Variar la dieta ayuda.” – experiencia personal
Alimentos recomendados:
- Biofilm natural (indispensable)
- Pastillas de fondo para invertebrados
- Hojas secas: almendro indio, roble, nogal
- Verduras blanqueadas: calabacín, espinaca, zanahoria
- Pellets proteicos 1-2 veces por semana
- Gammarus o pequeñas porciones de alimento vivo/congelado ocasionalmente
Recuerda: lo mejor es poco y variado. Alimentar en exceso ensucia el agua y puede generar picos de amoníaco. Alimenta 3-4 veces por semana en cantidades que se consuman en 1-2 horas.
Reproducción de gambas neocaridinas: lo que realmente funciona
Una de las grandes satisfacciones de tener neocaridinas es ver cómo se reproducen de forma natural. Una hembra puede dar a luz entre 20 y 40 crías en cada puesta, y lo mejor es que, si todo está bien, ellas se encargan de todo.
“Cuadrar cambios de agua con los ciclos lunares hace que críen más rápido.” – experiencia personal
Este detalle, que pocos conocen, puede marcar una gran diferencia. Hacer pequeños cambios de agua coincidiendo con la luna nueva o llena puede estimular la muda y el apareamiento. En la naturaleza, estos ciclos están relacionados con lluvias, corrientes y disponibilidad de recursos, y las gambas no han olvidado eso.
Claves para fomentar la cría:
- Agua estable (ver sección anterior)
- Presencia de machos y hembras
- Biofilm y microalgas
- Zonas seguras con musgo (ideal para las crías)
- Nada de predadores
- Cambios de agua regulares y suaves (10-15%)
Y muy importante:
“Cuantas más hay en el acuario, más felices y seguras se sienten.” – experiencia personal
Las gambas son animales gregarios. Se sienten más activas, visibles y confiadas cuando viven en grupo. Si tienes pocas, es normal que se escondan más.
¿Con quién pueden convivir? Compatibilidad con peces y otros invertebrados
Las neocaridinas son pequeñas e inofensivas, por eso no puedes juntarlas con cualquier pez. Lo ideal es mantenerlas solas en su propio gambario. Pero si quieres tener un acuario comunitario, debes elegir compañeros que:
- No sean agresivos
- No tengan bocas grandes
- No las vean como alimento
Compañeros compatibles:
- Otocinclus
- Corydoras pigmeas
- Tetras pequeños (ember, neón verde)
- Rasboras brigittae
- Caracoles (Neritinas, Planorbis, Tylomelania)
- Otras gambas pacíficas (si se controlan los cruces genéticos)
Evita peces como bettas, escalares, guramis, o barbos tigre. Aunque algunos parecen “tranquilos”, su curiosidad o hambre los puede llevar a picotear o comerse gambas adultas o crías.
Mantenimiento del gambario: limpieza, cambios de agua y errores comunes
Aquí está el corazón de cualquier gambario exitoso: el mantenimiento regular y sin extremos. No necesitas ser un profesional, pero sí constante y cuidadoso.
Mantenimiento básico semanal:
- Cambio del 10-15% del agua con agua declorada o remineralizada
- Retirar restos de comida no consumida
- Reposición de hojas secas (1-2 hojas cada 15 días)
- Limpieza de cristales con imán suave
Mensual:
- Sifonado superficial sin tocar el sustrato profundo
- Revisión del filtro (solo enjuagar en agua del acuario)
- Comprobación de parámetros con test de gotas
Errores comunes:
- Cambiar demasiada agua de golpe
- Limpiar el filtro con agua del grifo
- Introducir peces incompatibles
- Alimentar en exceso
- No ciclar el acuario antes de meter las gambas
- Usar productos químicos sin verificar compatibilidad
Un acuario maduro y estable necesita más observación que intervención. Si ves las gambas activas, comiendo, mudando y criando, vas por buen camino.
Mi experiencia personal con gambas: lo que nadie te cuenta y marca la diferencia
Después de años montando gambarios y viendo cómo se comportan las gambas en diferentes entornos, hay detalles que no aparecen en las fichas técnicas, pero que son los que realmente marcan la diferencia:
“Dentro de mi experiencia, teniendo las cosas bien montadas son mascotas muy fáciles de tener.”
Esa es la clave. Si montas un entorno estable, con buena filtración, alimentación variada y zonas de refugio, las gambas se gestionan solas.
“Cuadrar cambios de agua con los ciclos lunares hace que críen más rápido.”
Probado. Con cambios suaves durante luna nueva o llena, la muda aumenta y con ella la reproducción.
“Cuantas más hay en el acuario, más felices y seguras se sienten.”
Una colonia de 20 gambas es tímida. Una de 100 se vuelve un espectáculo constante. No tengas miedo a la sobrepoblación si tienes filtración adecuada y alimento natural.
“Variar la dieta ayuda.”
Verás colores más intensos, mayor actividad, mudas sanas y más puestas. Es tan sencillo como combinar hojas secas, verduras y pellets de calidad.
Conclusión: las gambas no son complicadas, si las entiendes bien
Las gambas neocaridinas son una joya en el mundo de la acuariofilia. Resistentes, activas, coloridas y fascinantes de observar. No necesitan equipos caros ni mantenimiento exagerado. Solo estabilidad, comida variada y buen sentido común.
Montar un acuario para gambas es más que una moda. Es una forma de conectar con un pequeño ecosistema lleno de detalles, ciclos, vida y color. Y cuando lo haces bien, ellas te lo devuelven con actividad, reproducción constante y un espectáculo natural diario.
Así que si estás pensando en empezar o mejorar tu gambario, hazlo con la seguridad de que estás entrando a un mundo increíble. Y recuerda: más que cuidar gambas, vas a aprender de ellas.